Chillán: Alertas ambientales terminaron con dispar balance de autoridades

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El 22 de abril partieron las alertas ambientales, y con ello el debut del modelo predictivo con el cual se informaría a la ciudad de la calidad del aire con 24 horas de anticipación, información que fue entregada el 10 de abril por el seremi de Medioambiente Richard Vargas, y que posteriormente fue ratificada por su par de salud, Mauricio Careaga.

Desde el momento en que partieron las alertas en la intercomuna, estas fueron de la mano de una intensa fiscalización a los centros de acopio de leña para su comercialización y del mismo modo en las viviendas, proceso en el cual participaron cerca de 30 fiscalizadores, que se encargaban de verificar el cumplimiento de la prohibición de encender estufas a leñas, en episodios de contaminación ambiental.

La importancia de las fiscalizaciones radicó en que las autoridades esperaban reducir en un 20% los episodios críticos, a raíz que los chillanejos ocupan mayoritariamente leña para calefaccionarse. Prueba de ello, era el registro de la seremi de Salud en el cual se contabilizaron 10.844 estufas a combustión lenta, 6.799 estufas a combustión lenta, pero de doble cámara y las 8.710 salamandras. El resto correspondió a un aproximado de 37% que se distribuye en cocinas de fierro, braseros, estufas de lata y chimeneas.

Cómo funcionaba

El modelo predictivo que entregaba anticipadamente las condiciones ambientales, condicionaba el encendido de estufas durante la preemergencia, las cuales debían permanecer apagadas si es que usaban leña con humedad superior a 25%, pero sí estaba permitido su encendido en aquellos equipos que trabajaban con pellet, esta normativa se aplicó por primera vez el 27 de abril fecha en que se pronosticó una preemergencia.

Fueron muchas las viviendas que durante los episodios de emergencia no pudieron encender las estufas que trabajen en base a leña, entre las 18:00 y 24:00 horas, independiente de la humedad que esta tuviera.

El decreto excluía de esta restricción a los establecimientos de larga estadía para adultos mayores, educacionales, recintos asistenciales de salud públicos y privados y en aquellos en que se utilice pellet de aserrín corno combustible.
Hasta el 30 de septiembre se aplicó el modelo predictivo y al término de los 5 meses comenzó el balance de las autoridades, tanto de salud como de medioambiente, la que tuvo un visión dispar.

El Seremi de salud es quien primero entregó un informe, el que arrojó un balance positivo como saldo de la aplicación de las alertas, argumentando que hubo menos episodios de contaminación y un aumento en el número de fiscalizaciones, ya que el modelo predictivo vaticinó un total de 34 episodios críticos en las comunas de Chillán y Chillán Viejo, con 25 preemergencias y 9 emergencias.

En este mismo conteo que realizó la seremi de Salud, durante todo el período en que rigió el decreto de Alerta Sanitaria se contabilizaron 13 preemergencias y ninguna emergencia en Chillán y Chillán Viejo. El único punto negro fue que en 3 días se originó un episodio crítico, el cual no fue detectado por el sistema de pronóstico.

En tanto el promedio de fiscalizaciones nivel nacional llegó al 13%, mientras que en la intercomuna de Chillán-Chillán Viejo fue de un 11%. A ello se le suma que de las 1.096 casas fiscalizadas solo el 11,4% fueron sumariadas, muy por arriba del 1% de las viviendas fiscalizadas durante el 2014.

Solo el 22 de octubre el seremi de Medioambiente Richard Vargas, entregó su registro, en el que se contabilizó 33 preemergencias y10 episodios de emergencias, uno menos que el 2014, lo que estancó el porcentaje de reducción en este tipo de concentración de MP2,5.

Del balance de Medioambiente, la parte positiva se graficó en que la tendencia, en la disminución de la intensidad de concentración de MP2,5.

Durante octubre también se confirmó que el Consejo de Ministros, aprobó el Plan de Descontaminación Ambiental (PDA), el que será aplicado el próximo año y que tendrá como objetivo reducir en un 57% la contaminación de material particulado fino (PM) 2,5 y cuya implementación tendrá un costo anual de $6 mil millones para implementar las políticas públicas destinadas a esta materia.

La seremi de Salud entregó en noviembre el detalle con las fiscalizaciones, donde se cursaron 131 multas, de las cuales el 87% fueron amonestaciones, las cuales terminaron sin sanción pecuniaria y que tuvieron su mayor incidencia entre junio y agosto.

Algunas de las multas promediaron los $45 mil y otras llegaron a las 5 UTM. Las empresas fueron las que recibieron las más altas amonestaciones con sumas que van entre los $450 mil hasta $1 millón 760 mil pesos.

Fuente: Crónica de Chillán


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Etiquetas: chillan contaminacion