Lo que deja Glasgow: lo bueno, lo nuevo, lo malo y lo feo

COP26: cautela internacional ante el inesperado acuerdo climático entre China y Estados Unidos
12 noviembre, 2021
El nuevo borrador de acuerdo suaviza sus demandas en combustibles fósiles
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Foto: Infobae

Más allá de los acuerdos, compromisos y alianzas que se anunciaron la suba de la temperatura promedio llegaría a con 2,4ºC a fines de siglo. Fuente: Infobae, 12 de noviembre de 2021.


La cumbre de cambio climático (COP26) en Glasgow, Escocia dejó varios compromisos y acuerdos en temas centrales para la lucha contra el calentamiento global. Esa es la buena noticia. La mala, es que además de que, por ahora, son sólo palabras. Los expertos determinaron que, si incluso se cumplieran, la temperatura promedio del planeta subiría 2,4ºC para fines de siglo.

Pero hay varios de esos planes, que no sólo acompañaron o promovieron países, sino también ciudades y el sector privado que instalan un sendero en el cual ya no se podrá retroceder. El primero de esos planes fue apoyado por más de 100 países, entre los que se encuentran varios de América Latina, entre ellos Brasil, Colombia y Argentina.

Los líderes que representan más del 85% de los bosques del mundo se comprometieron en la COP26 a detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para el año 2030.

Se destinarán unos 12.000 millones de dólares de fondos públicos para proteger y restaurar los bosques, junto con más de 7.000 millones de dólares de inversión privada. El lado flaco, no hay una hoja de ruta ni un mecanismo que indique cómo se conseguirá este objetivo.

Uno de los acuerdos más celebrados fue el que busca poner fin a la era del uso del carbón. La combustión de este mineral es el mayor contribuyente al cambio climático. Una coalición de 190 países y organizaciones en la cumbre, que incluye a Polonia, Vietnam, Egipto, Chile y Marruecos, anunció compromisos claros para eliminar gradualmente la energía del carbón.

Lauri Myllyvirta, analista principal del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, aseguró que “con más del 90% del uso del carbón en el mundo ya cubierto por planes de eliminación gradual o por objetivos de cero emisiones, y con todos los principales financiadores descartando la financiación internacional de nuevo carbón, los compromisos asumidos en Glasgow han dejado muy claro que el carbón pasará a la historia en las próximas décadas”.

Sin embargo, dada la urgencia de reducir las emisiones para no perder de vista el objetivo del Acuerdo de París de detener la suba del termómetro en 1,5ºC, y la pesada carga que supone la contaminación atmosférica para la salud pública, es esencial que los países concreten sus objetivos para esta década. Esto incluye a países como China, India y Vietnam, que todavía están planeando una cantidad sustancial de nuevas centrales eléctricas de carbón, así como Corea del Sur, Japón y otros países desarrollados que todavía tienen que establecer un calendario de eliminación de sus centrales eléctricas de carbón que se ajuste a sus compromisos de neutralidad de carbono.

También durante la primera semana se anunció que hay un centenar de países dispuestos a reducir en esta década un 30% las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero que es menos conocido, pero tan nocivo como el dióxido de carbono.

De cumplir el objetivo, permitiría limitar el aumento de las temperaturas en 0,2 ºC en 2050 y evitar 200.000 muertes prematuras, cientos de miles de ingresos hospitalarios de emergencia por asma y la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas al año, según los padrinos de la propuesta.

“Alrededor del 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano, y es uno de los gases que podemos cortar más rápido. Haciéndolo se ralentizará inmediatamente el cambio climático”, dijo en la presentación de la iniciativa la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.

El metano (CH4) proviene principalmente de los rellenos sanitarios, del sector ganadero y del energético, especialmente las extracciones de petróleo y de gas.

El liderazgo en esta COP ha venido de los jóvenes activistas y de las llamadas naciones vulnerables al clima, mientras que muchos líderes de países más grandes y ricos aún no han dado un paso al frente

“Ha sido una mala semana para las empresas de combustibles fósiles, pero no lo suficientemente mala, y las cosas tienen que empeorar mucho para ellas antes de que termine esta COP si queremos que Glasgow sea un éxito. Hemos visto algunos anuncios importantes, pero demasiados compromisos han sido voluntarios y con demasiada frecuencia la letra pequeña incluye grandes lagunas. El objetivo no ha cambiado, es 1,5ºC, y aunque estamos más cerca de lo que estábamos, aún queda mucho camino por recorrer”, dijo Jennifer Morgan, de Greenpeace Internacional.

“El liderazgo en esta COP ha venido de los jóvenes activistas y de las llamadas naciones vulnerables al clima, mientras que muchos líderes de países más grandes y ricos aún no han dado un paso al frente. El polvo mágico de estas COP suele ser la confianza, que es lo que puede desbloquear las conversaciones, y la forma de crearla en la segunda semana es lograr avances en los 100.000 millones de dólares anuales de financiación prometidos, en la adaptación y en las pérdidas y daños. Como dijo la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, los países aquí en Glasgow tienen que “esforzarse más”, continuó.

“Dos grados para las islas es una sentencia de muerte”, graficó Mottley al referirse a los impactos que esta suba de la temperatura puede causar en el aumento del nivel del mar.

En Glasgow, un grupo de ministros y líderes de la industria automotriz se comprometieron a trabajar para que el 100% de las ventas de autos y camionetas nuevos sean de vehículos cero emisiones para 2040. Un total de 24 países, 6 importantes fabricantes de vehículos (GM, Ford, Mercedes, BYD, Volvo, JLR), 39 ciudades, estados y regiones, 28 flotas y 13 inversionistas establecieron conjuntamente su objetivo de que todas las ventas de automóviles y camionetas nuevos sean de cero emisiones para 2040 a nivel mundial y para 2035 en los principales mercados.

El polvo mágico de estas COP suele ser la confianza, que es lo que puede desbloquear las conversaciones, y la forma de crearla en la segunda semana es lograr avances en los 100.000 millones de dólares anuales de financiación prometidos, en la adaptación y en las pérdidas y daños

En este grupo, empresas como Sainsbury’s, países como Uruguay, El Salvador y Nueva Zelanda, o ciudades como Buenos Aires, Barcelona o Nueva York (además de la provincia argentina de Catamarca), asumieron nuevos compromisos para promover vehículos 100% cero emisiones. Este anuncio sigue la línea de las propuestas hechas por la Unión Europea, Chile, Canadá y varios estados de Estados Unidos para garantizar que todos los automóviles nuevos sean cero emisiones para 2035.

Los grandes ausentes en este anuncio son dos grandes como Toyota y VW, así como China, que aunque tiene autos eléctricos, la generación energética se basa principalmente en el carbón.

El más sorpresivo de los acuerdos llegó de la mano de los dos más grandes contaminadores del planeta: China y Estados Unidos que presentaron una declaración conjunta. Las dos grandes potencias publicaron una declaración en la que se comprometen a “reforzar la acción climática en la década de 2020 (…) para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París”, de limitar el avance de las temperaturas a final de siglo por debajo de los 2 grados centígrados y a intentar que no sobrepasen los 1,5 ºC, anunció en rueda de prensa el negociador chino, Xie Zhenhua.

Lo más interesante de la propuesta está relacionado con dejar de comprar productos provenientes de la deforestación ilegal. Los nuevos compromisos, dijeron, los presentarán en la COP27, es decir patean la pelota un año más.

También hubo anuncios desde la industria del software, de la moda, de la aviación. Y, ayer, se lanzó una coalición para dejar definitivamente de sacar petróleo del subsuelo. Esa es la consigna de Beyond Oil & Gas Alliance (BOGA), más conocida como Coalición BOGA.

Copresidida por Costa Rica y Dinamarca, suma 10 gobiernos nacionales y subnacionales. Aparte de los costarricenses y daneses, están Francia, Gales, Groenlandia, Irlanda, Quebec y Suecia como miembros núcleo así como California y Nueva Zelanda como miembros asociados.

Lo malo

“Hoy marcamos el principio del fin del petróleo y el gas”, dijo el ministro danés de Clima, Dan Jørgensen, en conferencia de prensa y añadió: “no hay futuro para el petróleo y el gas en un mundo cuyo incremento de temperatura se limite a 1,5°C. La ciencia lo ha dejado claro: la era de los fósiles debe llegar a su fin”.

Como se dijo, por el momento estos son sólo anuncios. El borrador del acuerdo de la cumbre mantendría el objetivo del 1,5ºC que estableció el Acuerdo de París y menciona a los combustibles fósiles. Sin embargo, el único artículo que falta acordar, el número 6, que es el lo pone en marcha sigue indefinido.

Y, todo lo antes mencionado, tampoco alcanza para detener la suba global decidida en la capital francesa. En París, todos los gobiernos prometieron solemnemente acudir a la COP26 con compromisos más ambiciosos para cerrar la enorme brecha de emisiones de 2030 que ya era evidente en 2015. Tres años más tarde, el Informe Especial del IPCC sobre 1,5°C reforzó el imperativo científico y, a principios de este año, se llamó a un “código rojo” climático. Ahora, en el punto medio de Glasgow, está claro que hay una enorme brecha de credibilidad, acción y compromiso”.

“La aplicación de las políticas sobre el terreno avanza a paso de tortuga. Con las políticas actuales, estimamos que el calentamiento al final del siglo será de 2,7 °C. Aunque esta estimación de la temperatura ha disminuido desde nuestra evaluación de septiembre de 2020, los nuevos e importantes avances políticos no son el factor determinante. Tenemos que ver un profundo esfuerzo en todos los sectores, en esta década, para descarbonizar el mundo para estar en línea con 1,5°C”, agregó la organización que realiza los cálculos en base a los anuncios de los países.. El escenario para el corto plazo, es aún peor. “Los objetivos para 2030 siguen siendo totalmente inadecuados: los objetivos actuales para 2030 (sin compromisos a largo plazo) nos sitúan en la senda de un aumento de la temperatura de 2,4 °C para finales de siglo”.

Lo feo

El Foro de Países Vulnerables Climáticos lanzó un Pacto de Emergencia Climática de Glasgow y ha exigido a los países que empiecen a asumir compromisos climáticos cada año, en lugar de cada cinco, y que aumenten el apoyo a los países en desarrollo. En el borrador que se conoció no había una sola palabra sobre los 100.000 millones de dólares por año para financiar la adaptación y las pérdidas y daños.

“Mientras las Partes se enfrascan en los detalles técnicos se olvidan de lo que es realmente importante y, en última instancia, de lo que se trata: las personas, un planeta sano y la ambición necesaria para mantener el calentamiento por debajo de 1,5ºC. La integridad del medio ambiente y de los ecosistemas requiere garantizar que no haya una doble contabilidad, que no se permita el traspaso y que se estimen de forma conservadora las reducciones/absorciones de emisiones realmente adicionales. La razón por la que esto es importante es la gente”, expresó la Climate Action Network. Varias ONGs y agrupaciones sociales, además, denunciaron por la mala organización y la poca participación que ha tenido la sociedad civil en esta cumbre.